Menos Caridad, Más Sostenibilidad

La cancha como punto de partida, no como destino

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Durante años vivimos el fútbol como una profesión, una identidad, una escuela de vida. Con el paso de los años la reconocimos como una plataforma viva: poderosa, convocante, disruptiva. Desde ahí impulsamos conversaciones urgentes sobre equidad de género, diversidad y justicia social. Jugamos partidos que no estaban en el fixture. Pero con el tiempo comprendimos algo aún más profundo: el deporte no era el fin, era la excusa. Una excusa maravillosa, sí. Pero apenas el comienzo.

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Hoy, nuestro equipo está conformado por personas que alguna vez corrieron detrás de un balón, se subieron al podio o desafiaron marcas en la pista. Ahora jugamos en otras canchas: las de las organizaciones, las comunidades, los territorios. Con la misma entrega, la misma disciplina, la misma lectura estratégica que exige el alto rendimiento, acompañamos a quienes promueven la diversidad y la equidad a transformar sus entornos.

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Lo hacemos escuchando, dialogando, diagnosticando y activando. Nos movemos entre relatos, datos y realidades. Articulamos recursos, herramientas y saberes para que las prácticas inclusivas no se queden en discursos, sino que se vivan. Porque la sostenibilidad no es una meta, es una manera de resignificar lo que creemos saber.

No venimos a imponer fórmulas. Venimos a hacer equipo. A co-crear con quienes entienden que ningún espacio será justo si no es inclusivo. Que ninguna organización será exitosa si no es diversa. Que ningún cambio será real si no nace del acuerdo común, el compromiso y el propósito colectivo.

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Somos atletas de la equidad. Y esta cancha es de todas las personas.